sábado, 4 de abril de 2009

Dos lecciones de vida


Ulta Reyes”, me respondió cuando le pregunté cómo se llamaba. (Quizás era Ulda, Urta o Unta). Estaba sentada frente a un puesto de vegetales en una calle del mercado de Neyba, una típica escena de los mercados del sur profundo de nuestro país.

Me encontraba allí en safari fotográfico junto a Huáscar Pérez y Carlos de Soto por invitación de Carlos Objío Sarraff. Un viaje de tres días que prometía muchísimas buenas fotos por la diversidad de temas y por la ruta previamente trazada por Objío.

Apenas se iniciaba el segundo día cuando se me trancó el lente que tenía en la cámara. Tamaña vaina!, me dio un down terrible. Cambié el lente pero ya no me sentía de humor. Ya casi al final de la ronda y mientras esperaba que le hicieran una cirugía reconstructiva a las botas rotas de Carlos de Soto, me detuve a observar a Ulta Reyes, me senté en el suelo y entablé conversación con ella.

Me contó su vida en 20 minutos, había tenido un marido al que dejó por mujeriego y borrachón, se había quedado con 12 hijos a los que había levantado con el trabajo de su “negocito” en el mercado, lavando y planchando a veces o haciendo cualquier oficio pero siempre honesto. “Mira aquella que tiene aquel puesto de verduras” me señaló, “esa también es hija mía, es la más fea de todas estalló en carcajadas.

Ulta tiene hijos o hijas que viven en la capital, “no acepto que mis hijos me den cuarto, si voy a la capital yo llevo mis chelitos, yo no necesito cuarto de nadie”.

Me dio una lección de vida, yo amargado por un insignificante lente y ella feliz con su puesto del mercado de Neyba.

A lo largo de esos tres días de “safari fotográfico” vimos muchísima miseria (lean “Nos pasarán la cuenta” en este mismo blog). Hicimos buenísimas fotos por supuesto. Ya en la capital revisando las fotografías vi las fotos de Ulta y reflexioné de nuevo. ¿Vale la pena apegarse tanto a lo material?, definitivamente que NO.

Recordaba la frase que me repetía Huáscar una y otra vez en nuestro trotar por el sur profundo: “Mota, esta gente es feliz con su miseria”.

Segunda Lección:

Habían pasado dos días desde el huracán George y me hice acompañar de mi gran amigo Rafael Mota al Ingenio Consuelo, 12 kilómetros al norte de San Pedro de Macorís. Allí vivía mi abuela paterna y George había azotado el este del país con una fuerza devastadora.

El trayecto desde la capital nos tomó el doble de tiempo de lo usual por la cantidad de escombros que encontramos en la vía.

Cuando llegamos, encontramos a “mamá Carmen” todavía limpiando el desorden que había dejado la tormenta. El techo de zinc de la casa había sido arrancado de cuajo por las ráfagas de más de 200 kilómetros por hora.

A pesar del panorama desolador, abuela nos recibió con una sonrisa. Luego de conversar un rato salió al patio, recogió unos limones que habían sido tumbados por el huracán y con un poco de hielo que le habían traído desde San Pedro nos preparó una refrescante limonada. Cuando vi su gesto no pude contener las lágrimas. Seguía sonriendo y con su forma campechana de siempre, nos seguía contando cómo salieron volando las hojas de zinc de su techo.

Gracias mamá Carmen donde quiera que te guarde el Señor por haberme dado esta lección de humildad y cariño.

17 comentarios:

  1. Excelente Hector. Gracias por recordarnos que lo material no lo es todo y que hay cosas como la amistad, la familia y la salud que son mas importante y que a veces descuidamos por estar cuidando cosas materiales.

    Una abrazo!

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  2. Gacias Motika por Recordarnos sobre las cosas que realmente importan en la vida. Las cuales fueron ya' enumeradas por Huascar en el comentario anterior. Siempre recordando que : " No somos mas que unos simples peatones, en esta Supercarretera que es la vida. y como tales, debemos mantener siempre nuestros pies bien firmes en el asfalto y nuestra Cabeza bien segura sobre nuestros hombros. Para asi poder tener la vista fija en el camino.
    Un abrazo mi Hermano.
    P.D: Me alegra muchisimo saber que tengas al igual que yo' Sangre petromacorisana. Cuidate.

    Jose' Ravelo Cocolo from San Pedro.

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  3. Si la vida te da limones, hazte una limonada. Mama Carmen lo entendió a la perfección!

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  4. Hace tiempo que empecé a enteder eso... precisamente por la misma vía pero también porque descubrí lo miserable que me hacía esa "necesidad" de lo nuevo que aún no tenía... cuando lo conseguía, EMPEZABA LA "NECESIDAD" DE LO OTRO NUEVO... un círculo vicioso del que nunca se sale feliz.

    Héctor, me sacaste las lágrimas con la anécdota de tu abuela... Dios tenga su alma en Su Santo Seno.

    Pienso que la señora del mercado, dada su falta de dientes y una dicción seguramente un poco limitada se llama en realidad: ULDA, ese nombre contrariamente a los antes mencionados existe y aunque poco común, con él se crían... un fuerte abrazo y éxito para las próximas publicaciones

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  5. Que bello!

    Muchas veces cuesta entender que la riqueza del ser humano habita en la pureza y humildad de su corazon y solo se percata cuando el tiempo, en su insistencia por reducir las revoluciones de nuestras vidas, nos detiene forzozamente a ver nuestro entorno con sus pequenos pero maravillosos detalles.

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  6. esta es una historia que llega muy profundo en le alma pero es la historia de miles de personas que viven a nuestro lado y no le damos la mano. Si fuesemos mas solidarios seriamos mejor pais.
    gracias por compartirlo Mota

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  7. Amigo!...Como siempre, me quito el sombrero ante usted.

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  8. Motika, te felicito por tu blog... ya me he convertido en una de tus fans.

    Dios te bendiga.

    Elisa

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  9. Muy significativos, profundos y reales ambos relatos.
    Me llegaron al alma, ahora siento como si yo hubiese vivido ambas historias, gracias porque con este tipo de relatos nos hace mas humanos, nos recuerda cual es y debe ser la esencia de la vida.

    Elinor

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  10. Bueno Mostika, de lo de Ulta ya te lo exprese al ver la foto, misma sensacion que volvi a sentir...
    de la historia de tu abuela, sin palabras....es la real forma de como ser felices y de valorar lo que realmente importa, es lo que no se ve, es la riqueza que habita en esas almas y de las cuales debemos aprender dia a dia...
    Hermoso relato Mosti!!!

    Wen

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  11. Motika...
    son dos lecciones con las cuales debemos vivir a diario y las cuales creo que más rápido olvidamos en nuestro día día...
    me recuerda mis tiempos de misión, cuando pasaba 15 días campo a entro como dicen, en uno de los campos de nuestro país, pizarrete, san josé de las matas, barahona.... cómo esa gente se desprende de lo poco que tiene, para darnos una muestra de cariño, por el solo hecho de sentarnos a escucharle...
    (y como le dices a uno de estos niños de ahora que se sienten con los viejos, sin un PSP o un N10....???
    gracias por recordarme estos detalles justo en este momento de inicio de la semana santa...
    un abrazo!!...

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  12. Mi hermano..felicidades (imaginate una reverencia)
    Confieso... abri tu blog en par de oportunidades vi toda esa letra y dije mas taide...hasta que hoy impactada por la super foto de Ulta...mierquina.. .empece a leer...ahora termine, y lei hasta los anuncios... el blog esta fabuloso, las fotos...pero los cuentos (soy fanatica de la lectura sobretodo cuentos y novelas..barvaro que narrativa.. de verdad que me encantaron)... entonces es oficial eres un artitaso fotos, escribes..waoh!!! la proxima vez que te vea voy a pedir el autografo antes de que empiezes a cotizarte.

    un abrazo,
    IM

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  13. cabe destacar, que en los mota donde quiera que vayas siempre te reciben a brazos abiertos, con amor y sonrisas, lo digo por mi experiencia, todo comenzo desde mama carme entonces.
    y leccion #1, lo material se esfuma, lo espiritual, el amor, la paz, tienen el precio a la vida, y esto no tiene numeros al cual poner.
    buenas lecciones

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  14. Me recordaste de mi abuelita, la perdí cuando tenía 15 años, pero nunca la he podido olvidar. Las abuelas de tiempo atrás son así, siempre están dispuestas y con una gran sonrisa, no ven o veían las cosas de la misma forma en que uno lo ve. Debemos aprender de ellas y tomar la vida con más calma. Muy buena anécdota. Tqm…

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  15. Mota, hoy pude ponerme al día con el blog y sus historias.
    Sobre el más reciente escrito debo decir que no coincido con su amigo, pues esa gente es feliz aún en la miseria, que es lo que debemos aprender, pero no es feliz con su miseria. Si estuviera en sus manos ellos y ellas no fueran unos "miserables", sino que tuvieran, como se merecen, condiciones más dignas.

    María Elena y Rosalba, son sumamente impactantes...yo también ante sus escritos me quito el sombrero.

    Álbida.

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  16. Que lindas historias Motika....
    Un abrazo,
    Maria Camiloi

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