Si hacemos una analogía con un “álbum de postalitas”, la fotografía que sirve de base para este escrito es lo que se llama “una burra”, la que aparece en casi todos los “sobrecitos “. Lo que quiero decir con esto, es que para los fotógrafos de naturaleza, una fotografía de un repollo de helecho de montaña es una verdadera “postalita repetida”. Sin embargo, para mi tiene un gran significado, sobre todo en este momento donde se me revela como un gran contrasentido. De un lado del campo de batalla, un poderoso grupo de empresarios santiagueros tratando de establecer contra viento y marea una cementera a escasos kilómetros de una de las reservas naturales más importantes del Caribe. Del otro lado del campo de batalla, todo un país que clama porque detengan la jodida cementera. Abro paréntesis, como dice “mi socio” Javier Celado, hay mucho cemento pero un solo Los Haitíses, cierro paréntesis.
En otra parte de la isla pero que parece como si vinieran de otro planeta, otros empresarios a los que conozco desde hace tantos años que ya casi ni recuerdo (aunque me llevan unos añitos), la familia Moreno, los mismos de Helados Bon y de la macadamia de las lomas de Sajoma, también contra viento y marea, tratando de preservar una reserva natural importantísima: Loma Quita Espuela, luchando contra el terrible “conuquismo” que terminará por devastar nuestra escasa reserva boscosa, mediante la capacitación de decenas de campesinos para enseñarlos a cultivar cacao orgánico.
Y junto con ellos, Manny y Olyenka, dos pichones de empresarios a quien ya he dedicado anteriormente otro post en este blog, tratando de mostrar a sus “exploradores” la riqueza de nuestras reservas naturales.
Gracias a Manny y a Oly, tuve la oportunidad de internarme en lo más alto de Quita Espuela y disfrutar a plenitud de su belleza, era una asignatura pendiente que tenía que resolver, y allí, ante la majestuosidad de aquella montaña, tuve también la oportunidad de palpar el renacer de la vida, a través de este repollo de helecho de montaña, y clamar junto con muchos otros dominicanos: Yo tampoco quiero cemento ni dentro ni cerca de Los Haitises, COÑO!!!
Cosito Caché, la verdad es que fue una experiencia maravillosa, gracias por extender esta invitación original de Manny y Olyenka, la verdad es que fue un viaje muy revelador. A escasos metros de los límites de la loma, se aprecia el conuquismo y el esfuerzo de los Moreno se aprecia aún más!
ResponderEliminarDos cosas: 1) Na´ que na´, esa foto no es una burra, es una viga, o usted cree que esa foto la tiene cualquiera?
ResponderEliminar2) Yo tampoco quiero cemento, c"%#$o!!!!!
Álbida.
Bien dicho......esto es lo q pensamos la mayoria de los q somos conscientes del ecosistema y su preservación.
ResponderEliminareso esta mas que bien motika...ya eso jarta de que esa gente esten jodiendo con eso el pueblo hablo. y ya dejen eso nadie quiere esa vaina...
ResponderEliminarTengo helechos en mi casa... de esos que llaman "del pozo" (culantrillo) y "venezolano"... lo que más me encanta de estas plantas, además de su hermoso follaje, es la gracia de sus brotes... parecen como si despertaran de un largo sueño en cámara lentísima...
ResponderEliminarDescubrir este espacio ha sido una dicha...
¡Cómo escribes!
¡Cómo ilustras esos momentos tan fugaces de la vida!
¡Felicidades!