Pachy no tiene una vena artística, el arte corre por todo su torrente sanguíneo; por sus venas, por sus arterias y hasta por sus vasos capilares bombeado a millón por un corazón inmenso.
Ella se define como: “actriz, bailarina, cantante (como pueda!), fotógrafo del alma, diseñadora interiorista, empresaria, amante del chocolate y la lluvia, chef 'wanna be', madre de 2 cuadrúpedos, catadora de postres, cheerleader del silencio, adicta al photoshop y a la melancolía”. Pero lo que Pachy no dice de ella misma es que escribe de una forma que dan ganas de cortarse las venas.
Patricia Banks llena hoy mi espacio dedicado a una artista invitada con dos de sus creaciones, la foto y el escrito que lo acompaña que aunque no es de los que te desgarran el alma, es una verdadera joya de reflexión sobre la miseria humana con la que cargamos desde los tiempos del pecado original.
Espero que lo disfruten. Gracias de corazón Pachy por darme permiso para publicarlo.
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El ‘body language’…
la pupila buscando una verdad creativa hacia la izquierda,
una mentira escondida a la derecha.
Los hombros encorvados, las narices altivas, los labios fruncidos.
El estudio psicológico de ‘los otros’.
Las que se tapan las caderas,
las que se destapan el escote…
los de los zapatos sucios, los de las camisas almidonadas, y las uñas impolutas.
los que hablan de sí mismos,
los que hablan de sus madres,
los que hablan de sus carros,
los que no dicen nada.
Los que simplemente callan y escanean con sospecha a todos los demás.
Los cuasi inteligentes,
los que pretenden serlo y el resto de los rubios.
Los que intuyen y saborean con pinceladas ridículas un misterio teatral.
Los dramáticos, los cómicos,
los que exageran y buscan penosamente la atención… como todos los otros:
como los que hablan, como los que callan, como los que otorgan.
El desfile de vanidades…los colores, los anchos, el peso, la ropa.
Todo un circo de juicios… de flacos, gordos, lindos, feos, solos, mal acompañados…no importa,
lo que importa es que sean necesariamente defectuosos.
Hipócritas, como nosotros, vanidosos, como yo mismo, juiciosos, para mi consuelo, vacíos, para llenarme un poco, con un defecto tan inmensamente visible como el mío.
El ojo ajeno no es más que un espejo misericordioso.
Mota, la verdad es que has captado la esencia de Pachy como si fuera uno de tus magníficos retratos!!!
ResponderEliminarRubia Genial, te admiro muchísimo colega (por lo de adicta a la melancolía). La foto es una obra maestra...tan Buñuel y tan Banks...tan Eugenio Salvador y tan Patricia. Y el escrito...carajo, me encanta como te dejas envolver de madrugadas para parir este escrito tan asesino.
No se por cual de las cosas que siento decidirme... la maravilla es que no tengo que decidirme por ninguna. Gracias desde el ultimo de los fondos de mi existencia...no puedo ser mas bendecida. Puedo tener alas, puedo tener cielo pero cariños como este son las rafagas de viento que me hacen volar.
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