lunes, 4 de octubre de 2010

Cayenas


Se me eriza la piel cuando te veo

No respiro tu olor cada mañana

No te siento en las tardes de tormenta

Ya no busco refugio en tus adentros

Ya no pica el sabor de las guindillas

Ya no vibra mi ser con tus calores

Ya no veo el color de tus tatuajes

Ya no muerdo tus labios en las noches

Ya no gimes cuando rozan nuestros cuerpos

Ya no mientes, ya no miento,

No me buscas, no te encuentro

No alimentas mi sentidos

No te escribo, no respondes

No cocinas, ya no como

Me emborracho, ya no tomas

No respiras, no me entiendo

Solo quedan las cayenas que no mueren

Ellas mismas, las malváceas,

Las que matan, que envenenan.


Dedicado a Sarah Valerio-Rodriguez, Franklin y mis amig@s de Bohemia-NY

2 comentarios:

  1. Un Poemita pendejo ahí verdad??? Sí, ta' bien!!!

    Mortal el poema, asesina la foto...sabes que soy débil con los tatuajes lindos, chulámbricos y sensuales.

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  2. Wow! Gracias! Qué honor!
    Sabes que tanto la foto como el poema son magnífico!
    Besos grandes!

    Sarah Valerio

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