domingo, 14 de agosto de 2011

La otra historia de Andrómaca


Cuenta la leyenda que tenía la costumbre de desnudarse cada noche de luna llena para cargarse de su energía. Andrómaca era la hija preferida del rey de Tebas y fue entregada como botín de guerra a Neoptólemo quién se la llevo a Grecia donde tuvo con él tres hijos. De una belleza impresionante, senos pequeños y larga cabellera rubia anhelaba locamente morir después de casarse con su cuñado Heleno y haber parido a Cestrino.

Aquella mañana había recibido un mensaje de Cibeles donde le advertía que no tomara su baño de luna porque las Pléyades estaban celosas de su belleza y amenazaban con petrificarla.

En la noche, la luna brillaba más que nunca en el firmamento y tenía un extraño color rojizo. Andrómaca salió al jardín y no resistió la tentación de desnudarse, miró hacia arriba, cruzó sus brazos sobre su cabeza y cerró los ojos. Quedó convertida en piedra para siempre.

En un rincón del jardín de la antigüa casa de Heleno, su cuerpo conserva su belleza a pesar del visible deterioro producido por los años. Las Pléyades la miran y sonrien pero todavía sienten celo.

1 comentario:

  1. Te lo he dicho antes, y te lo sigo diciendo, me gustan tus historias. Te hacen viajar.

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